Ahí estoy con 1 año y unos días… Fue el 6 de diciembre de 1983. ¡¡Quizás no sabría por entonces mi futuro, sin embargo el teléfono ya me acompañaba!!
Han pasado los años y esta semana he recibido una carta, la cual compartiré con vosotr@s
¿Estáis preparad@s?
Esta semana sé que celebras un año más y como siempre estás indicando pasos a seguir, hoy tienes entre tus manos un documento que te ayudará en tu camino, por eso hoy, seré yo, quien te indique unos pasos a seguir.
Antes de nada, me gustaría aclarar, que tod@s nos enfrentamos prácticamente a las mismas circunstancias durante nuestro periodo vital. Algunos optan por utilizarlos como una excusa para un desempeño deficiente, mientras que otros usan esas mismas circunstancias como una razón para crecer y dirigirse hacia nuevos niveles de logros.
Tod@s tenemos la oportunidad mezclada con la dificultad
Tod@s nosotr@s tenemos momentos de enfermedad añadidos a nuestros años de salud. Las tormentas caen tanto sobre los adinerados, como sobre los que pasan dificultades económicas.
Sea lo que sea, nos pasa a tod@s. La única diferencia es nuestro enfoque respecto a “las cosas que suceden”. No es lo que nos sucede lo que determina la calidad de nuestras vidas, es lo que elegimos hacer respecto a lo que nos sucede.
Existe una tendencia inherente por querer obtener los resultados cuando lo deseamos o los necesitamos, sin embargo esto no funciona así. Los resultados no responden a la necesidad de uno, responden al esfuerzo, al trabajo, a la acción. Si hemos realizado la parte que nos toca, los resultados que necesitemos aparecerán en un tiempo razonable.
Si bien los desafíos pueden cumplir una función valiosa para ayudarnos a alcanzar nuestros objetivos, tampoco es necesario invitarlos deliberadamente a nuestras vidas.
Dentro de 10 años, todos estaremos en un lugar; la cuestión es, ¿Dónde? Ahora es el momento de arreglar los próximos 10 años. La vida ya nos presentará suficientes obstáculos sin que los tengamos que atraer a propósito.
Una de las mejores maneras de minimizar los futuros desafíos es anticipar los resultados de nuestras negligencias actuales. Anticipar los resultados de nuestros descuidos actuales empieza con hacernos preguntas importantes sobre nuestra atención a lo básico:
¿Cuántos libros has leído durante los últimos noventa días?
¿Con qué frecuencia has hecho ejercicio físico el mes pasado?
¿Qué cantidad de tus ingresos has invertido en tu formación durante este pasado año?
¿Cuántas veces has dado las gracias en esta última semana?
¿Cuántas veces te has despertado agradeciendo que estás vivo en el último mes?
Las respuestas a estas y muchas otras cuestiones te proporcionarán información vital sobre tu potencial para progresar, y para las futuras recompensas. Si no podemos ser disciplinados en las cosas pequeñas, luego no dispondremos de la disciplina necesaria para aprovecharnos de las grandes oportunidades cuando aparezcan.
Cada error derrotado por la práctica de la disciplina allana el camino hacia nuestro éxito futuro
Y así es cómo se completa el puzzle de la vida: una sola victoria detrás de otra.
Las personas que persiguen la buena vida nunca deben de conformarse con menos de lo que pueden llegar a ser. Hacer menos de lo que podemos trae consecuencias desastrosas; erosiona la confianza en uno mismo y disminuye la autoestima.
Hacer menos de lo que se puede influye inevitablemente en nuestra actitud. Nos conduce hacia un pozo sin fondo de emociones degradantes, a la vez que produce resultados vergonzosos y desalentadores.
Sé que puedes dar más de ti. ¡Puedes hacerlo! Y puedes empezar ahora mismo, simplemente desarrollando una nueva sensación de urgencia y deseo.
Recuerda, el tictac del reloj sigue adelante, los años pasan. Has cumplido esta semana 38 años y tú tienes la capacidad de lograr todo lo que desees, si empiezas el proceso ahora mismo.
Lograr el éxito y la felicidad es sencillo. Igual de sencillo que no lograrlo
El resultado final de tu vida dependerá de si cometiste demasiados errores de juicio, repetidos día tras día, o si realmente dedicaste tu vida a unas pocas disciplinas simples, practicadas todos los días:
La disciplina de fortalecer y ampliar tu filosofía
La disciplina de desarrollar una mejor actitud
La disciplina de comprometerte a una actividad más intensa y consistente que te conducirá al logro de mayores resultados
La disciplina de estudiar tus resultados para anticipar el futuro de manera más objetiva
La disciplina de vivir la vida más plenamente, e invertir todas tus experiencias en tu mejor futuro
Estos son los desafíos en los que debes aplicar tu talento y tu intensidad, junto con una sensación de urgencia y una resolución inquebrantable.
Carta dedicada a ti, querido lector.
A veces es bueno recordar los buenos hábitos. Si eres de los que mantienes los buenos hábitos, te sentirás genial auditarlos y si alguno se te ha despistado, una carta como esta, te hace dar una vuelta y ponerte en acción.
¡Feliz momento!