1.- ¿Por qué recomiendas la lectura de tu novela «El Dios de las Praderas Verdes»?
«Es un libro precioso, éste libro lo tienes que exhibir por todos los sitios donde vayas. Este libro lo tiene que leer mucha gente. Se tiene que conocer». Transcribo las palabras que me dijo recientemente una lectora. «Te mete en los escenarios y te hace vivir y sentir las situaciones». La opinión de esta lectora me hizo recordar lo que yo pensaba mientras escribía esta novela. Tenía la hoja en blanco delante de mí y escribía la escena. Recuerdo los momentos de imaginar la acción y los personajes. Mientras escribía, estaba tan concentrada que el tiempo pasaba de otra forma diferente. Era como si no tuviera conciencia de que el tiempo existiese. Imaginaba y vivía las escenas de forma tan real, los sentimientos que describía eran tan auténticos que pensaba que aquéllo que estaba sintiendo yo, de aquella forma, así lo tendría que sentir el que lo leyera.2.- ¿Por qué piensas que esta novela es un escrito atrevido y arriesgado?Bueno, siempre pienso que Valladolid y Castilla y León han de hacer justicia con este libro. Puede ser transgresor el hecho de denunciar determinados hechos, a unos narcos, o dar determinados nombres, por ejemplo, en una novela, en un ensayo o en un escrito de investigación, pero de lo que «El Dios de las Praderas Verdes» habla son de sentimientos tabú, sentimientos profundos del ser humano que siente como tal y de los que está prohibido hablar en el día a día, en una especie de pacto social y de statu quo establecido. Luego la gente va al psicólogo y le cuenta su vida, porque la verdad se está escondiendo y viciando de forma sistemática. En las noticias se habla de que uno ha matado a otro, de que se ha destapado una banda organizada de prostitución, pero no se habla de esta violencia normalizada que está dentro de la sociedad, que es sutil, que opera a nivel emocional y psicológico, y que es, incluso, más destructiva que la física, porque no deja huella y, a los verdugos, libres.3.- ¿Vivimos en una sociedad con falta de amor?No sé si otras sociedades fueron mejores, lo cierto es que eso que siente la protagonista, Victoria, cuando es niña, y que ve en la Naturaleza, como una teofanía: ese amor intenso que siente dentro su corazón, con la mirada limpia y asombrada de un niño, reflejado en la superficie del río, con los destellos del sol. Ese amor que es infinito y que tanto falta en estas sociedades, regidas por la estrategia, la frialdad, la maniobra, lo racional, la traición… ¿dónde está el amor?4.- ¿Qué es lo que cuenta tu novela y por qué dices que es una lectura obligada?Tiene cinco partes; en la primera cuenta las situaciones de adolescentes durante las vacaciones de verano. El acoso para Victoria, como una adolescente atractiva de otras mujeres, está servido y el sufrimiento que ella tiene por ser una mujer sensible, como lo define la doctora Elaine Aron, una Persona Altamente Sensible, al sentir el rechazo de sus amigas. En la segunda parte Victoria se enfrenta al Valladolid heredero del caciquismo decimonónico, que sigue favoreciendo la parálisis social, con comportamientos de tradicional sumisión social, y, también, a situaciones que, supuestamente, deberían estar punidas en una Democracia, pero que siguen siendo prácticas habituales, tales como derribar a una mujer inteligente y brillante, tal y como lo define Clarín en La Regenta.5.- ¿Y las otras partes de la novela?La acción del libro en la tercera parte se sitúa en Nueva York. En la llena de energía positiva Manhattan, Victoria descubre que es aceptada y amada, y que los mismos motivos por los que había sido rechazada en su país de origen son los que despierta admiración en Nueva York. Confirma la teoría de yoguis y líderes espirituales, como la seguida en Pillai Center, en India, Chennai, de que «manipulando las coordenadas de espacio, se pueden cambiar las coordenadas del tiempo, y con ello, cambiar el destino de las personas». La cuarta parte regresa a Valladolid, describe el ambiente profesional de un banco, que, de nuevo, desprovee de sentido a la autenticidad de los sentimientos de una Persona Altamente Sensible. Describe, además, cómo Victoria se enamora, y en la quinta parte, habla de los problemas generados por el 11-S y los cambios generados en la inmigración americana. Al final, regresa a la vida de Victoria, ese «Dios de las Praderas Verdes», ese amor infinito y profundo.6.- «Libros que tengo que leer» es una colección y selección de libros de auto-superación. ¿En qué sentido «El Dios de las Praderas Verdes» puede ser una inspiración para los lectores y cambiar su vida?Bueno, vivimos en un mundo que va, cada vez, más deprisa; todo es rápido, los escritos románticos, lentos y pesados se han quedado trasnochados, los sermones ya no se escuchan, y las personas queremos pasar a la acción y ser protagonistas de nuestras vidas. «El Dios de las Praderas Verdes» recoge verdades esenciales y eternas. Lo escribí con la intención de que fuera un clásico y que tuviera vocación universal. Es la forma en la que está escrito lo que le hace válido para cualquier época. En la actualidad «El Dios de las Praderas Verdes» es el espíritu del proyecto que llevo a cabo en Castronuño (Valladolid), cerca de Toro y Salamanca, en una bonita reserva natural, con dos casas rurales, «Beautiful Alamedas», y «Al-Kauthar», el Festival Tres Culturas Castronuño con conciertos espectáculos bellísimos y delicados. En Castronuño, un pueblo de Castilla y León, en el pueblo que me vio nacer y donde se desarrolla la acción de «El Dios de las Praderas Verdes», estoy desarrollando este proyecto de Turismo Rural Sostenible, que establece una mentalidad neoyorquina del espíritu de superación, el «Go for it!», «Yes, you can do it!». Es un proyecto en el que estoy apasionada, construyendo este «Pequeño Manhattan», este «Paraíso en la Tierra», con determinación, pasión y perseverancia.